Froilán está de nuevo en el ojo del huracán mediático tras haber sido desalojado por la Policía Municipal este domingo a las 9 de la mañana de un after ilegal situado en la madrileña calle Orense. Un local con licencia de sauna que superaba en más del doble el aforo permitido por ley y en el que, a raíz de las quejas de los vecinos de la zona, se efectuó un registro en el que, además de menores, se incautaron drogas de diseño e incluso un arma blanca preparada para ser usada.
Se trata del enésimo escándalo protagonizado por el hijo de la Infanta Elena que, al parecer, disfrutaba de una fiesta de despedida con sus amigos en uno de los reservados del after antes de poner rumbo a Abu Dabi para pasar una temporada con su abuelo, el Rey Juan Carlos, y ‘calmar las aguas’ tras las últimas polémicas en las que se ha visto envuelto.
Hace tan solo unas semanas Froilán estuvo involucrado – como testigo, ya que él no intervino, todo sea dicho – en una pelea con navajas a las puertas de un conocido local nocturno de Madrid; y este suceso, unido a las críticas que ha desatado su modo de vida ocioso y sin un futuro laboral definido a sus 24 años, provocaron que Doña Elena tomase la decisión de enviarle a Emiratos Árabes con el Emérito para huír de la presión mediática y volver al perfil bajo que la hermana de Felipe VI siempre ha intentado que mantengan sus hijos.
Y el desalojo del after a las 9 de la mañana – se rumorea que Froilán decidió continuar la fiesta en otro after situado en un polígono de Vallecas – ha sido la gota que ha colmado el vaso. Tal y como han revelado en ‘El programa de Ana Rosa’, la Familia Real está muy preocupada por este suceso y, sobre todo, por el desordenado modo de vida del joven, con una intensa vida nocturna que tendría en un sinvivir a su madre.
Después de dos días sin acudir a su puesto de trabajo – no sabemos si su ausencia está relacionada con el escándalo de su hijo – la Infanta Elena ha vuelto este miércoles a la Fundación Mapfre. Y lo ha hecho conduciendo un nuevo coche, gris en lugar del azul que le hemos visto en los últimos tiempos, y sin hacer declaraciones sobre Froilán.
Ocultando su rostro bajo una gorra, la duquesa de Lugo ha entrado rápidamente en el edificio, ignorando las preguntas sobre el desalojo de su hijo de un after y dejando en el aire si tiene ganas de que se vaya a Abu Dabi.
Fuente: (EUROPA PRESS)