La vida de la Reina Sofía siempre ha estado relegada a un segundo plano. A la sombra del Rey Juan Carlos ha logrado salir ilesa de todos los daños colaterales que su todavía marido ha provocado tras salir a la luz sus tejemanejes económicos y su doble vida con Corinna Larsen. Esto último puede que haya sido la mayor humillación que ha sentido por parte del emérito en toda su vida, incluso más que todos los desplantes que ha sufrido de su parte y que se han hecho públicos con el paso del tiempo.
Diciembre y Don Juan Carlos parece que sigue viendo con distancia su deseo de regresar a España. Sin embargo, Doña Sofía continua con su discreta vida sin echar la vista atrás y de cara a estas Navidades, a pesar de que se ha hablado mucho sobre la vuelta del emérito, parece que están siendo iguales… pero, ¿son estas las peores Navidades de la madre del Rey Felipe? En la larga vida de Doña Sofía ha habido años muy dolorosos, pero lo cierto es que de cara a la sociedad nunca ha mostrado su pesar. Especialmente en el año 2014, cuando su hija, la Infanta Cristina, y su yerno, Iñaki Urdangarin, habían sido procesados por el ‘Caso Nóos’, sin saber si estos entrarían en prisión.
Una fecha que no ha podido olvidar también por otros motivos, como la abdicación de Don Juan Carlos I como Rey de España por sus aventuras extramatrimoniales con Corinna y ver la luz los negocios que había tenido con la oligarquía saudí. Toda una serie de antecedentes críticos que hacía tomar la decisión más dura al emérito, por la que también se veía salpicada su mujer.
Ese año, Doña Sofía contó con la incondicional presencia de su hermana, Irene de Grecia, pero no con el calor de sus hijos. Por un lado, Don Felipe y Doña Letizia celebraban Navidad con Paloma Rocasolano y, la Infanta Elena, viajaba junto a sus hijos hasta Suiza para estar al lado de la Infanta Cristina, que estaba pasando uno de los peores momentos de su vida.
Fuente: (EUROPA PRESS)