
Aeropuerto Internacional Chūbu Centrair, Japón
Ubicado en la pintoresca ciudad de Tokoname, este aeropuerto de élite se alza en una isla artificial de 6,8 km², representando uno de los cinco aeropuertos marítimos en Japón. Impulsando la innovación, se adoptaron diversas medidas de preservación ambiental. Las orillas de la isla fueron meticulosamente inclinadas y conformadas con rocas naturales, con el fin de fomentar la creación de hábitats marinos prósperos.

Flevopolder, Países Bajos
Con una historia que abarca más de dos milenios, los holandeses han demostrado una impresionante dedicación a la protección y expansión de las tierras de Holanda. A través de un constante proceso de desecación de lagos y bombeo de agua, han logrado la asombrosa hazaña de crear la isla artificial más grande del mundo, que abarca una extensión impresionante de 970 km². Este logro destaca la innovación y la habilidad de la ingeniería que ha permitido a los Países Bajos superar los desafíos geográficos y naturales a lo largo de los siglos.

Aeropuerto Internacional de Hong Kong
En una audaz expansión, Hong Kong emprendió un proyecto para incrementar su actual isla de Chek Lap Kok en un 75%, otorgándole un total de 9,4 km² y proporcionando más espacio para su aeropuerto internacional. Este aeropuerto, desde su apertura en 1998, ha crecido en prominencia para convertirse en uno de los espacios cerrados más extensos del mundo. Surgiendo como un nodo vital para pasajeros y carga, el aeropuerto ha trascendido fronteras al erigirse como una de las terminales aéreas más transitadas y esenciales del planeta.

Islas Palm, Emiratos Árabes Unidos
El ambicioso proyecto de islas artificiales en Dubai, que abarca 8 km², dio inicio en octubre de 2002 y aunque se planeaba que concluyera en 2008, actualmente permanece en estado de suspensión. A pesar de esto, su presencia sigue siendo distintiva incluso desde el espacio. Esta isla supera en tamaño a Palm Jumeirah y está proyectada para contar con seis puertos deportivos, un parque temático acuático, viviendas para 250,000 personas y paseos marítimos que forman un poema árabe del jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum.

Palm Jumeirah Island, Emiratos Árabes Unidos
En el corazón de Dubai, emerge un archipiélago de 6,5 km² conocido como una de las icónicas Islas Palma. Palm Jumeirah, cuya forma se asemeja a una palma dentro de un círculo, fue concebida a principios del siglo XXI, creada solamente con arena y piedra, excluyendo materiales artificiales como acero u hormigón. Financiado en gran medida por los prósperos ingresos petroleros de Dubai, este asombroso proyecto se ha transformado en una atracción turística de renombre mundial. Sin embargo, su origen radica en la ambición de convertirse en un destino residencial lujoso para magnates y millonarios. La isla artificial también cuenta con más de 500 km de playa artificial, creada pulverizando arena dragada del golfo de Persia.

Isla del Puerto, Japón
La creatividad japonesa no conoce límites en la expansión de su territorio insular. Añadiendo a su archipiélago de 6.852 islas, Japón se destaca por haber forjado más islas artificiales que cualquier otra nación. La Isla del Puerto de Kobe, un logro que abarca 5,2 km², es un testimonio asombroso de esta habilidad. Culminada en 1981 después de 15 años de construcción, esta isla alberga un activo puerto de contenedores y el moderno aeropuerto de Kobe. Cerca de 15.000 personas llaman hogar a esta tierra artificial, residenciándose en torres de apartamentos. Además, la isla presenta atracciones intrigantes, como la más grande tienda IKEA de Japón, sumando a su carácter único y a la innovadora proeza de la ingeniería japonesa.

Isla Rokkō, Japón
Emergiendo como un ambicioso proyecto de 20 años que culminó en 1992, la isla artificial de Kobe, que ocupa 5,8 km², se erige como una utopía urbana aspirando a ser un faro de expansión para habitantes y empresas de la ciudad. Concebida para albergar residencias, espacios laborales, entretenimiento y educación, esta tierra creada enfrentó obstáculos notables. Una crisis económica nacional y un terremoto devastador truncaron su sendero hacia el pleno potencial.

La Perla de Catar
Ubicada en un sitio emblemático de la industria de perlas de Qatar, la isla artificial de The Pearl-Qatar ofrece un impresionante enclave de vida lujosa que se extiende en casi 4 km². Diseñada con una exquisita planificación, se estima que alberga más de 18,000 residencias de diversas tipologías, que van desde apartamentos y casas adosadas hasta villas y hoteles de alta gama. Además de su esplendor residencial, la isla ostenta puertos deportivos de renombre y más de 30 km de costa pintoresca.

Islas Venecianas, Estados Unidos
Ubicado en Florida, este conjunto de seis islas artificiales en Miami es conocido como un vibrante punto de interés. Aunque en sus inicios se planificó a mayor escala, hoy alberga a casi 700 residentes y ofrece una variedad de instalaciones y comodidades. Desde bares y restaurantes hasta cafeterías, escuelas y parques, este proyecto se ha convertido en un enclave con vida propia en la ciudad.

Isla Willingdon, India
Anclada en el puerto de Kochi, en Kerala, se despliega una isla artificial de 3,9 km² cuyos cimientos fueron asentados en 1936 para fungir como base naval. Sin embargo, su transformación fue significativa, ya que ahora alberga algunos de los hoteles más destacados y edificios comerciales e industriales del distrito. La génesis de la isla involucró la ampliación de un pequeño islote natural en el lago de Kochi mediante la deposición de arena, obtenida al dragar los remansos del mismo lago para construir el puerto de Kochi.

Isla de Yas, Emiratos Árabes Unidos
Emerge en el horizonte de Abu Dhabi una isla artificial de 25 km², cuya accesibilidad por barco, avión e incluso coche ha propulsado su estatus como un destino turístico en boga. Anidada en Abu Dhabi, esta extensión creada por el ingenio humano se convierte en un enclave de moda para los viajeros que buscan experiencias únicas. Con múltiples opciones de transporte, desde rutas marítimas hasta aéreas y terrestres, esta isla ofrece un acceso sin igual que fusiona la conveniencia moderna con la belleza serena del entorno insular.