Ruta a la Olla de San Vicente (Asturias)
La Olla de San Vicente es el destino por excelencia a todas las familias que van a Asturias en busca de un chapuzón fresquito. Esta piscina natural, creada por el río Dobra en Tornín, es conocida por el color verde y cristalino de sus aguas. La ruta para llegar hasta ella es muy sencilla: desde el punto de inicio hay aproximadamente 2,5 kilómetros hasta la Olla de San Vicente, no hay pérdida.
Monasterio de Piedra (Zaragoza)
El Monasterio de Piedra es uno de los destinos más espectaculares de Zaragoza. Se encuentra en Nuévalos y fue construido en el siglo XIII por monjes de la Orden Cisterciense del Monasterio de Poblet, en Tarragona. Fue levantado junto al río homónimo en medio de un parque natural, por lo que su recorrido pasa por bosques, cascadas y cavernas. “La ruta tiene la duración de unas tres horas: llena de acantilados, saltos y rumores. El agua es el gran protagonista del destino”, destaca Judith Monmay.
Monasterio de Santa María del Paular (Madrid)
Nos vamos al norte de Madrid, hasta el bonito pueblo de Rascafría, que se encuentra en la Sierra de Guadarrama, en el valle del río Lozoya. De aquí sale un camino muy fácil que va hasta el monasterio de Santa María de El Paular. Esta ruta tiene 1,5 kilómetro de recorrido y puede hacerse en media hora. La excursión empieza junto al antiguo cementerio del pueblo y tiene un bonito recorrido en paralelo al río Lozoya.
Valle de Añisclo (Huesca)
Por último, nos vamos a los Pirineos de Huesca, al sur del macizo de Monte Perdido. Llegamos al Valle de Añisclo. “Esta ruta circular apenas tiene desnivel y pasa por un bosque, ideal para disfrutar de la sombra en verano”, mantiene la directora de comunicación de EscapadaRural. Durante la ruta descubriréis antiguos molinos y la ermita de San Úrbez, encaramada en la roca.