El sueño de José María Bocabella
La Sagrada Familia, tesoro de Barcelona, es una joya arquitectónica reconocida por la UNESCO. Esta magna iglesia, con capacidad para 9000 personas, surgió del sueño inspirador de José María Bocabella, tras su visita al Vaticano en 1872, buscando emular la majestuosidad de la Basílica de la Santa Casa en Loreto, Italia.
Gaudí
La visión y genialidad de Antoni Gaudí, fusionando gótico y art nouveau, dan vida a la Sagrada Familia. Durante 40 años, Gaudí consagró su alma a este prodigioso proyecto. Aunque inicialmente solo supervisaría, pronto lideró la obra.
Antes todo era campo
La Sagrada Familia, en su origen rodeada de campos, vio crecer Barcelona a su alrededor. Tras la muerte de Gaudí, Domènec Sugrañes i Gras asumió su legado. Sin embargo, la historia de la iglesia se ve marcada por cambios tumultuosos, como la interrupción durante la Guerra Civil, que dejó cicatrices irreparables.
Avances tecnológicos
Hasta los años 80, las computadoras no se sumaron al proceso de construcción de la Sagrada Familia. Los avances tecnológicos aceleraron el trabajo, alcanzándose el ecuador en 2010, ¡casi 130 años después del inicio! Sin embargo, aún restan detalles. La pandemia de COVID-19 fue solo una de las muchas interrupciones que enfrentó la obra, paralizando las labores por más de dos años.
Sin permiso de construcción
Después de 136 años, la Sagrada Familia se encontró sin permiso de construcción en 2018, una pausa histórica. La combinación de estilos gótico plateresco y art nouveau, este último llevado a la cima por Gaudí, define su diseño. La piedra de Montjuïc, única en España, es el pilar de esta majestuosa obra.
Desafía a la geometría
La Sagrada Familia desafía la geometría con su ausencia de ángulos rectos, un tributo a la visión de Gaudí. Su vasta área de 41,000 m², con 5,400 m² de espacio interior, alberga un diseño simbólico: dieciocho chapiteles honrando a figuras sagradas, aunque solo trece se han terminado. La imponente torre de Jesús, en construcción, alcanzará 172 metros, coronando a la Sagrada Familia como la iglesia más alta del mundo.
Un tesoro de enigmas y maravillas
La Sagrada Familia es un tesoro de enigmas y maravillas. Su fachada alberga un cuadrado mágico donde la suma es siempre 33. La controversial «fachada de la Pasión» de Subirachs añade una capa de intriga, desafiando el estilo de Gaudí. La planta en forma de cruz latina y los huecos del suelo revelan secretos bajo cada rincón.
Hasta 2034
La Sagrada Familia es más que una iglesia; es un legado de visionarios. Gaudí y Bocabella reposan en su seno, unidos por su fervor por esta obra maestra. Con 1492 tubos, el órgano resuena en su interior, un preludio de la grandiosidad acústica por venir. Aunque se vislumbra el final en 2026, la verdadera belleza se revelará en los detalles, extendiendo la magia hasta 2034.
Generosidad y fervor
La Sagrada Familia se erige gracias a la generosidad y el fervor de donantes desde su inicio. El flujo turístico, con ingresos de hasta 125 millones de euros anuales, ha sido vital para su avance. El 7 de noviembre de 2010, el papa Benedicto XVI la elevó a basílica menor, ante una multitud de 6500 fieles.
Polémica
La Sagrada Familia ha suscitado creciente preocupación debido a su expansión, que implica la demolición de bloques de viviendas y el desplazamiento de personas. Aunque celebrada, su diseño también provoca divisiones: Salvador Dalí la tildó de «aterradora» y George Orwell la consideró «uno de los edificios más feos del mundo».