Aumentan los desplazamientos
Los expertos de la empresa líder en el negocio del renting flexible para empresas, pymes y autónomos, Alquiber, nos ofrecen una serie de recomendaciones para hacer frente a cualquier imprevisto que pueda surgir en los numerosos desplazamientos que se producirán durante estas Navidades. FUENTE: (ALQUIBER)
El frío, protagonista
Debemos tener claro que el frío va a ser protagonista, sean cuales sean las condiciones que le acompañen: sol, lluvia, nieve, granizo, niebla, hielo… Por eso es importante prevenir sus perjuicios poniendo a punto nuestro vehículo y planificando adecuadamente el viaje.
Repaso preventivo
En un repaso preventivo antes de emprender la marcha no puede faltar el control de los niveles de los líquidos del vehículo, frenos, estado y presión de los neumáticos, dirección y, en definitiva, el estado mecánico general del coche, además de otros puntos imprescindibles si queremos evitarnos más de un disgusto si la climatología nos sorprende: limpiaparabrisas, alumbrado, limpieza de faros y lunas, …
Controla los neumáticos y otras señales
Además, también hay que asegurarse de llevar rueda de repuesto o kit repara pinchazos, chaleco reflectante y dos triángulos o baliza luminosa V-16, por si sufriéramos cualquier otra incidencia que nos obligara a detener el coche en la vía.
Consulta la ruta
Consultar la ruta, localizar lugares de descanso y repostaje (ya sea de combustible o de electricidad), así como la previsión meteorológica y estado de las carreteras, también nos ayudarán a encontrar mejor una solución en caso de sufrir una sorpresa desagradable.
Consulta el estado de las carreteras
El estado de conservación de las carreteras no es siempre el más deseable y no es difícil encontrar tramos mal señalizados y con grietas en las rodadas, disgregaciones, deformaciones del firme y grietas erráticas.
Tramos peligrosos
Así, antes de emprender la marcha, hay que tener en cuenta cuál es el tramo más peligroso, o al menos en el que se registra mayor número de accidentes.
Climatología adversa y oscuridad
Conducir con niebla, lluvia, nieve, hielo, viento es una práctica de riesgo que deberíamos evitar en la medida de lo posible. Sin embargo, si nos sorprenden en mitad de un viaje, hay que tener en cuenta una serie de consejos.
Alumbrado apropiado
La visibilidad se reduce drásticamente en mitad de un banco de niebla, por lo que es recomendable encender las luces de cruce y el alumbrado antiniebla siempre que la visibilidad sea reducida, adaptar la velocidad y la distancia de seguridad con el vehículo delantero (vigilando siempre su luz de freno), no frenar bruscamente y evitar adelantamientos.
Marcas viales
En el caso de que sea muy densa, podemos tomar como referencia las marcas viales de la derecha de la calzada (en autopista y autovía siempre se debe circular por el carril derecho si hay niebla), pero prestando especial atención a los vehículos de dos ruedas y peatones que puedan ocupar ese espacio.
Señalización
Si, finalmente, la densidad de la niebla o alguna otra incidencia nos obligara a detenernos, debemos prestar atención a la señalización de nuestra posición para no sorprender a los demás conductores, encendiendo los intermitentes de emergencia, los faros y el alumbrado antiniebla.
Pérdida de adherencia
En el caso de la lluvia, a los problemas de visibilidad también hay que sumar la pérdida de adherencia del vehículo, por lo que no sólo es recomendable encender las luces de cruce, sino también otro tipo de medidas.
Comprueba la eficacia de los frenos
Contra la lluvia hay que utilizar destinadas a combatir el vaho en las lunas y en sistemas mecánicos, como orientar la calefacción interior del vehículo hacia los cristales (y limpiarlos con una bayeta seca), comprobar periódicamente la eficacia de los frenos, tocándolos suavemente para secar la humedad de las pastillas.
Evita frenazos bruscos
También hay que evitar los frenazos bruscos que pueden provocar deslizamiento y aquaplaning y aumentar la distancia de seguridad con el vehículo de delante.
Nieve y hielo
Si la lluvia hace que el vehículo pierda agarre, la nieve y el hielo hace que la adherencia desaparezca por completo. El uso de cadenas de nieve homologadas o neumáticos de invierno nos ayudará con este problema.
Cuidado a lo que oculta la nieve
También hay que tener en cuenta que los primeros copos ya convierten el asfalto en una superficie deslizante y que una nevada espesa puede ocultar señales y marcas viales, reduciendo aún más la visibilidad.
Sigue las rodadas
Conducir siguiendo las rodadas de los vehículos precedentes, extremando la suavidad en giros, aceleraciones y frenadas y circular con la marcha más larga posible también nos ayudará a evitar disgustos.
Adapta la velocidad a las condiciones
Las demás medidas son similares a las que hay que tomar ante la niebla y la lluvia: encender las luces de cruce y alumbrado antiniebla si la nevada es muy densa, adaptar la velocidad y distancia de seguridad, no frenar bruscamente y evitar adelantamientos y, en caso de cualquier incidencia en carretera, encender inmediatamente los intermitentes de emergencia, faros y alumbrado antiniebla…
La imprevisibilidad del viento
Una inesperada ráfaga de viento puede ser tan peligrosa como las situaciones meteorológicas anteriormente descritas, tanto por su fuerza (capaz de alterar la del vehículo) como por su imprevisibilidad.
Sujeta fuertemente el volante
Ante una fuerte y súbita racha de viento surgida tras un adelantamiento, en cruces con otros vehículos, en la salida de un túnel y, en general, en lugares poco protegidos de la carretera, sólo cabe disminuir la velocidad y sujetar fuertemente el volante para evitar desviaciones peligrosas.
Conducción nocturna
Para algunos conductores, los riesgos de conducir de noche se compensan con la tranquilidad que ofrece la carretera de madrugada. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que la menor visibilidad impone observar ciertas precauciones
Vigila el uso de las luces
Disminuir la velocidad hasta un 20% con respecto al límite (ya que la luz de cruce no es suficiente para iluminar toda la distancia de frenado), vigilar el uso de nuestras luces largas para no deslumbrar a otros conductores, combatir la somnolencia aireando el vehículo (nunca dirigiendo las rejillas del coche hacia los ojos), escuchando la radio (si nos resulta de ayuda) y haciendo paradas cada 200km o dos horas (o cada vez que notemos fatiga) para recuperar las condiciones necesarias para conducir con seguridad.
Limpia la iluminación del coche
Además, si es una noche lluviosa hay que aprovechar estas paradas para limpiar de barro y polvo de la iluminación y señalización de nuestro vehículo.
Señaliza tu vehículo
Finalmente, en caso de que sea necesario detener el vehículo en la vía, las recomendaciones para asegurar su visibilidad deben extremarse, con intermitentes y triángulos de emergencia, así como las precauciones al descender del vehículo.