Ansiedad otoñal: qué es y qué podemos hacer para evitarlo
La ansiedad otoñal, desatada por la transición estacional, teje una red de inquietudes y temores. Para algunos, se convierte en un oscuro manto de tristeza, irritabilidad y agotamiento. Sus garras aprietan más fuerte en aquellos ya propensos a la ansiedad. Los cambios físicos y del entorno se unen en un baile ansioso, marcando esta estación con sus huellas inquietantes.
Menos luz solar
La ansiedad otoñal se nutre de la mengua de luz solar, provocando una caída en neurotransmisores como serotonina, norepinefrina y dopamina, que vitalizan nuestro estado emocional. Este declive desata al cortisol, hormona del estrés, elevando la ansiedad. Así, los cambios químicos subyacen al trastorno afectivo estacional (TAE), forjando la inquietud otoñal que nos envuelve.
Estrés para estudiantes y padres
El inicio del curso escolar, aunque emocionante, puede generar estrés tanto en estudiantes como en padres. Conlleva una carga de nuevas responsabilidades y preocupaciones. Es esencial establecer prioridades y distinguir lo realmente necesario de lo opcional. Si bien los niños pueden necesitar nueva ropa o una rutina de sueño más estructurada, las actividades extraescolares y clubes pueden esperar. Enfoca la atención en lo esencial para hacer más llevadero este período de adaptación.
Se acabó el verano
El otoño marca el fin oficial del verano, con su libertad y días largos despidiéndose. La transición a la rutina puede sentirse abrumadora, como volver bruscamente a la realidad. Sin embargo, mantener la vista en las futuras vacaciones es clave. Planificarlas con anticipación y esperarlas con ilusión puede atenuar este período de adaptación. De hecho, el otoño se presenta como un momento propicio para esbozar esos futuros momentos de escape.
Preocupación por la COVID-19
El impacto se agrava con las inquietudes por el COVID-19, sin duda. En esta temporada, la posibilidad de contraer el virus aumenta. Es fundamental proteger la salud y fortalecer el sistema inmunológico de todas las formas posibles. Una dieta equilibrada y el ejercicio son prioritarios. Mantener hábitos de higiene adquiridos durante la pandemia, como la desinfección de manos, también brinda seguridad en estos tiempos inciertos.
Hay que buscar luz natural y aire fresco
Las horas adicionales de oscuridad pueden impactar tu estado de ánimo, anticiparlo puede aumentar la ansiedad. Procura recibir abundante luz natural y aire fresco. Si resides en una zona mayormente nublada, considera adquirir una caja de luz como alternativa. Estas medidas pueden contrarrestar los efectos de la reducción de luz en tu bienestar emocional.
Tiempo de elecciones
En varios países, el otoño trae consigo campañas políticas y otros eventos. Esto puede incrementar la ansiedad sobre el futuro del país. La avalancha de malas noticias, a menudo falsas, difundidas principalmente por redes sociales, puede generar desconfianza y miedo. En estos momentos, desconectar puede ser la mejor opción para preservar tu bienestar emocional.
Estrés por la llegada de la Navidad
Las festividades navideñas pueden resultar estresantes. La anticipación de todo lo que implica puede elevar la ansiedad. La planificación anticipada marca la diferencia. Organiza los regalos navideños con tiempo, establece un presupuesto para los eventos que planeas, entre otras medidas. Este enfoque puede aliviar la presión y permitirte disfrutar realmente de la temporada festiva.
Final del año
El fin del año puede parecer una línea de meta para metas y proyectos. La sensación de estar cerca del fracaso puede desencadenar ansiedad. Es crucial recordar que el fin de año es solo una fecha, no la fecha límite definitiva para el éxito. Continuar trabajando en tus objetivos el próximo año no es motivo de vergüenza; es un camino de perseverancia y crecimiento.
Presión por tener que socializar
Desde Halloween hasta Navidad, entre otras festividades, la presión por socializar aumenta. No hay problema en negarse. Escoge algunas celebraciones a las que desees asistir y déjalo así. No estás obligado a acudir a todas las fiestas y reuniones a las que te inviten. Establecer límites es esencial para mantener tu bienestar durante esta temporada festiva.
Sin días libres
Tras las vacaciones de verano, mucha gente entra en semanas de trabajo sin pausas, lo cual puede desencadenar ansiedad. Intenta este truco sencillo: celebra días festivos inusuales que hará que tus días sean un poco más ligeros y divertidos. Estos pequeños momentos pueden marcar la diferencia en tu bienestar.
Reducir la anticipación de problemas
Aliviar la ansiedad en esta temporada implica reducir la anticipación de problemas. Practicar la atención plena te permite enfocarte en el presente y vivir el momento. Los ejercicios de respiración y la meditación también pueden ayudarte a estar más presente y dejar de anticipar todas las cosas que podrían ir mal en el futuro. Estas prácticas promueven la calma y la claridad en medio del ajetreo estacional.