Bozcaada (Turquía)
Bozcaada, una joya del Mar Egeo, seduce con sus playas vírgenes y pintorescas casas entre viñedos. Con poco más de 35 kilómetros cuadrados, esta isla encierra un valor histórico ligado a la antigua ciudad de Troya. Desde España, la ruta más común implica volar a Estambul, con vuelos directos desde cinco aeropuertos. Luego, los viajeros pueden tomar otro vuelo a Çanakkale o optar por un pintoresco viaje en coche hasta el puerto, donde aguarda un ferry hacia este paraíso insular turco.
Capri (Italia)
Capri, la joya del Mediterráneo, es sinónimo de elegancia y encanto. Sus acantilados salpicados de casas coloridas y cuevas submarinas dan vida a un paisaje incomparable. Además, el casco antiguo y las ruinas añaden un toque de historia a su esplendor. Para llegar a esta isla, los viajeros deben dirigirse a Nápoles y tomar un barco rápido. Con una puntualidad del 76,2%, los vuelos desde España hasta Nápoles aseguran un comienzo fluido para esta aventura en la isla más chic y glamurosa del Mediterráneo.
Hvar (Croacia)
Hvar, una perla del Mar Adriático, deslumbra con sus aguas azules y la arquitectura de piedra blanca a lo largo de sus 68 kilómetros de costa. Para llegar desde España, la ruta más común es volar a Split y luego tomar un ferry a uno de los dos puertos de la isla. Solo los aeropuertos de Madrid y Barcelona ofrecen vuelos directos. Con una tasa de puntualidad del 95%, el viaje promete ser fluido y sin contratiempos.
La Palma (España)
La Palma, apodada «la isla bonita», cautiva con su paisaje volcánico, playas idílicas, bosques exuberantes y rincones únicos, complementados por la exquisita gastronomía local. Este destino, parte del rico mosaico de las islas españolas, resalta el encanto del veraneo en España. Con una tasa de puntualidad del 82,7%, los vuelos hacia La Palma ofrecen un comienzo fluido para disfrutar de sus maravillas naturales y culturales, consolidando su posición en el mapa como un destino de playa imprescindible en el verano español.
Malta
Malta, un paraíso en el Mediterráneo, atrae a los viajeros con sus playas de aguas turquesas y su rico patrimonio cultural. Las tres islas del archipiélago ofrecen ciudades históricas, ruinas de civilizaciones antiguas y una variedad de actividades, como el submarinismo en verano. Los vuelos directos desde 5 aeropuertos españoles facilitan el acceso a Malta durante toda la temporada estival, con una puntualidad del 73%, asegurando una llegada sin contratiempos para disfrutar de este destino único.
Menorca (España)
Menorca deslumbra con sus impresionantes calas, acantilados y un rico patrimonio arqueológico. La isla atrae a miles de turistas cada año con su gastronomía exquisita y una variedad de actividades para todos los gustos. Con una tasa de vuelos en hora del 85%, los vuelos nacionales hacia este aeropuerto balear garantizan un inicio sin contratiempos para disfrutar de todo lo que Menorca tiene para ofrecer, consolidándola como un destino imprescindible en el Mediterráneo español.
Porto Santo (Portugal)
Porto Santo, una joya poco conocida del archipiélago de Madeira, cautiva con sus 43 kilómetros de costa virgen. Aunque comparte similitudes con su vecina, Madeira, Porto Santo ofrece una experiencia menos concurrida, ideal para aquellos que buscan tranquilidad y serenidad en medio del Atlántico. Para los viajeros españoles, llegar a esta isla es posible mediante un viaje combinado: primero, aterrizar en Madeira y luego, embarcarse en un ferry hacia Porto Santo. La puntualidad en esta travesía es notable, con un 78,2% de cumplimiento, y los aeropuertos de Gran Canaria y Madrid ofrecen la mayor frecuencia de vuelos a este destino. A pesar de tener su propio aeropuerto, desde España no se operan vuelos directos hacia Porto Santo, añadiendo un toque de aventura a la experiencia de descubrimiento de esta isla única.
Santorini (Grecia)
Santorini, el icono del Mar Egeo, deslumbra con sus casas blancas que se aferran a la abrupta geografía sobre playas de arena negra y el azul del mar. Desde España, los aeropuertos de Bilbao, Madrid y Barcelona ofrecen vuelos directos al aeropuerto de Santorini, con una puntualidad promedio del 71,8%. Sin embargo, la opción más común implica volar a Atenas y luego tomar un ferry o hidroala hacia la isla. En este caso, la puntualidad de los vuelos a la capital griega es del 73,4%.