Balmaseda (Vizcaya)
Balmaseda es la villa más antigua de Vizcaya y un lugar lleno de historia, cultura y naturaleza. Algunas razones para visitar Balmaseda son: conocer su casco histórico, donde se encuentran el Puente Viejo, la plaza de San Severino y las iglesias de Santa Catalina y San Juan Bautista; descubrir su tradición industrial, visitando el Museo de Boinas La Encartada, que muestra cómo se fabricaban las famosas boinas vascas; disfrutar de su gastronomía, basada en el bacalao, el cordero y los productos de la huerta1; y participar de sus fiestas, como la Pasión Viviente, que recrea la vida y muerte de Jesús de Nazaret.
Bermeo (Vizcaya)
Bermeo es un pueblo vasco con mucho encanto, situado en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Si visitas Bermeo podrás disfrutar de su famosa ola izquierda, que atrae a surfistas de todo el mundo, pasear por su puerto y su casco histórico, donde se encuentran la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, la torre Ercilla y la Puerta de San Juan, navegar por la ría de Mundaka, que ofrece unas vistas espectaculares de la naturaleza y la fauna de la zona y degustar la gastronomía local, basada en el pescado, el marisco y los productos de la huerta.
Elciego (Álava)
Elciego es un pueblo de la Rioja Alavesa que tiene mucho que ofrecer a los visitantes. Podrás conocer su casco histórico, rodeado de murallas y con edificios históricos como la iglesia de San Andrés o el palacio de los Samaniego, visitar sus bodegas, donde se elaboran vinos de calidad y se puede disfrutar de la arquitectura vanguardista del Hotel Marqués de Riscal, diseñado por Frank Gehry, disfrutar de su gastronomía, basada en los productos de la tierra y el mar, y de sus fiestas y tradiciones, como la Fiesta de la Vendimia o la Romería de San Vicente, y contemplar el paisaje de viñedos y montañas que rodea la villa, y aprovechar para hacer rutas de senderismo, cicloturismo o enoturismo por la zona.
Guernica (Vizcaya)
Guernica es un pueblo de Vizcaya que tiene una gran importancia histórica, cultural y natural. Algunas razones para visitar Guernica son conocer el lugar donde se reunían las Juntas Generales de Vizcaya, bajo el Árbol de Guernica, símbolo de las libertades de los vascos, ver el Museo de la Paz, que muestra el impacto del bombardeo de Guernica en 1937, que inspiró el famoso cuadro de Picasso, visitar el Museo de Euskal Herria, que ofrece una visión de la historia, la cultura y el arte del pueblo vasco, disfrutar del mercado de los lunes, uno de los más importantes del País Vasco, donde se pueden comprar productos locales de calidad y explorar la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, que se caracteriza por sus humedales, su fauna y sus playas de Laga y Laida.
Guetaria (Guipúzcoa)
Guetaria es un pueblo costero de Guipúzcoa que tiene mucho que ofrecer a los visitantes. Podrás conocer su historia y su patrimonio, como el casco medieval amurallado, la ermita de San Juan de Gaztelugatxe o el museo de Cristóbal Balenciaga, disfrutar de su gastronomía, famosa por el pescado a la parrilla, el marisco y el txakolí, un vino blanco con denominación de origen que se cultiva en sus viñedos, practicar el surf en sus playas, como Malkorbe o Gaztetape, donde se puede disfrutar de una de las mejores olas izquierdas del mundo y explorar el entorno natural de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, que se caracteriza por sus humedales, su fauna y sus acantilados.
Laguardia (Álava)
Laguardia es una joya enclavada en la región vinícola de la Rioja Alavesa. Su casco histórico, amurallado y empedrado, transporta a épocas medievales con sus calles estrechas y casas señoriales. Las bodegas subterráneas ofrecen un viaje sensorial al mundo del vino. La iglesia de Santa María y sus vistas panorámicas de los viñedos son imperdibles. Laguardia es un deleite para los amantes del vino, la historia y la belleza arquitectónica.
Labastida (Álava)
Labastida es un tesoro enológico con viñedos que dan vida a exquisitos vinos de la Rioja Alavesa. Su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, muestra su rica herencia medieval con palacios y edificios emblemáticos. Además, sus bodegas subterráneas invitan a sumergirse en la tradición vitivinícola. Con festivales dedicados al vino y su encanto medieval, Labastida es un destino único para los amantes del enoturismo y la historia.
Laguardia (Álava)
Laguardia es un pueblo con mucha historia y encanto, situado en el corazón de la Rioja Alavesa. Si te gusta el vino, la gastronomía y la arquitectura medieval, no puedes perderte este destino. Algunas razones para visitar Laguardia son recorrer su casco antiguo rodeado de murallas y entrar por sus cinco puertas históricas, descubrir sus bodegas subterráneas, donde se elaboran algunos de los mejores vinos de la zona, admirar las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y Santa María de los Reyes, con su impresionante pórtico policromado, disfrutar de la gastronomía local, basada en productos de la tierra y maridada con los caldos de la comarca y contemplar el paisaje de viñedos que rodea la villa, especialmente en otoño cuando se tiñen de colores rojizos y dorados.
Lekueitio (Vizcaya)
Lekeitio despliega su encanto costero con una combinación única de historia y naturaleza. Su pintoresco puerto pesquero, flanqueado por casas coloridas, ofrece un ambiente auténtico. La isla de San Nicolás, accesible a pie durante la marea baja, agrega un toque mágico a sus playas. Además, la basílica gótica de Santa María y su gastronomía, destacando el pescado fresco, completan la experiencia inolvidable que ofrece Lekeitio.
Mundaka (Vizcaya)
Visitar Mundaka en Vizcaya es adentrarse en un paraíso para los amantes del surf, con olas de renombre mundial que atraen a surfistas de todas partes. Pero no solo eso, su encanto va más allá: el encantador pueblo pesquero ofrece una arquitectura pintoresca, gastronomía excepcional, como su delicioso pescado fresco, y paisajes costeros impresionantes, con su reserva de la Biosfera de Urdaibai a pocos pasos de distancia. Mundaka es un deleite para los sentidos y el espíritu aventurero.
Mutriku (Guipúzcoa)
Mutriku cautiva con su belleza costera y su legado histórico. Su singular arquitectura marinera, representada en sus casas con balcones volados, es un tesoro arquitectónico único en Europa. Además, su impresionante Geoparque de la Costa Vasca revela 60 millones de años de historia geológica. Con playas encantadoras y una atmósfera tranquila, Mutriku es un destino ideal para disfrutar del mar, la historia y la naturaleza.
Ondárroa (Vizcaya)
Ondárroa es un enclave costero que seduce con su autenticidad. Sus playas encantadoras invitan al descanso y a disfrutar del mar Cantábrico. La pesca es el corazón de esta localidad, reflejada en su puerto pesquero activo y en la gastronomía local, con platos destacados como el bacalao al pil-pil. Su ambiente marinero, el encanto de sus calles y su arraigada tradición pesquera hacen de Ondarroa un destino auténtico y acogedor.
Oñate (Guipúzcoa)
Oñate es una joya histórica que deslumbra con su arquitectura renacentista y su imponente Universidad Sancti Spiritus. Este enclave cultural alberga el Santuario de Arantzazu, una obra maestra de la arquitectura contemporánea, y el imponente Parque Natural de Aizkorri-Aratz, perfecto para los amantes del senderismo. Su rica historia, naturaleza exuberante y patrimonio único hacen de Oñati un destino cautivador en el País Vasco.
Tolosa (Guipúzcoa)
Tolosa ofrece una experiencia gastronómica sin igual con su mercado semanal, un festín para los sentidos. Sus famosas chuletas y las alubia de Tolosa con chistorra deleitan los paladares más exigentes. Además, su arquitectura medieval, representada en la Plaza Euskal Herria y la iglesia de Santa María, transporta al pasado. La calidez de sus habitantes y su rico patrimonio hacen de Tolosa un lugar inolvidable.
Zumaya (Guipúzcoa)
Zumaya es un regalo para los sentidos. Sus playas impresionantes, como la icónica Playa de Itzurun, son escenarios naturales de películas famosas. Pero no solo eso, su geología única con acantilados imponentes y la ruta del Flysch atraen a los amantes de la naturaleza y la geología. La historia en su casco antiguo y la calidez de su gente hacen de Zumaya un destino imperdible en el País Vasco.