
Reforzar sus malos comportamientos
Cuando ríes y muestras afecto a tu perro ante su mal comportamiento (aunque pueda parecer divertido), le estás comunicando que esa conducta es aceptable. Si reciben atención por actos negativos, es muy probable que los repitan. Es crucial evitar reforzar comportamientos no deseados y en su lugar, premiar y reconocer apropiadamente las conductas positivas para un entrenamiento efectivo y una relación armoniosa con tu mascota.

Dejar de lado los paseos diarios:
No debemos subestimar la importancia de que los perros salgan a pasear al aire libre cada día, ya que lo necesitan y lo disfrutan genuinamente. Aunque estemos ocupados o nos sintamos cansados, es crucial resistir la tentación de acortar estos paseos o, peor aún, de ignorarlos por completo. Estos momentos son esenciales para su bienestar físico y emocional, y contribuyen a fortalecer el vínculo entre nosotros y nuestras mascotas.

Contar solo con el peluquero para el aseo de tu perro
Es fundamental entender que el cuidado y la higiene de los perros necesitan una atención regular que va más allá de las visitas esporádicas al peluquero. Tu participación activa en el mantenimiento diario de su higiene, como cepillar su pelaje y mantener limpios sus oídos y uñas, es igualmente esencial para mantener a tu mascota feliz y saludable.

Pedir a un amigo que cuide temporalmente a tu perro
Ante situaciones de emergencia, es esencial confiar temporalmente a tu perro a alguien familiarizado con el manejo de incidentes inesperados o, en su defecto, contratar a un cuidador de perros. Esto garantizará la seguridad y bienestar de tu mascota mientras atraviesas momentos imprevistos o necesitas ausentarte por un tiempo. Es crucial contar con un plan de contingencia para asegurar que tu perro esté en buenas manos en todo momento.

Dejar caer la correa y «forzar» un encuentro
La presentación de tu perro a otros canes puede ser una experiencia tanto positiva como estresante. Para asegurar su bienestar, es prudente que se conozcan inicialmente mientras están sujetos a una correa. Este método permite una evaluación más detallada y la adopción de acciones apropiadas para facilitar una interacción segura y positiva entre los perros.

Ofrecerle un juguete a tu perro cuando muerde tus zapatos
No es aconsejable darle a tu perro un juguete o hueso como distracción, ya que esto puede reforzar un comportamiento no deseado y hacer que ocurra con más frecuencia. Es importante corregir y redirigir su conducta hacia objetos apropiados para morder, enseñándole lo que está permitido y evitando recompensar conductas que no deseas en tu mascota.

Esperar una convivencia armoniosa con tu mascota de inmediato
Esta expectativa no siempre se cumple según lo previsto. Cuando introduces un nuevo perro en la familia, es aconsejable hacer la presentación al aire libre, manteniendo al perro con correa. Anima el comportamiento positivo con recompensas y sigue de cerca la evolución de su relación. La paciencia y la introducción gradual son clave para establecer la armonía entre tus queridas mascotas.

Frotar su nariz con la caca o el pis
Frotar la nariz de tu perro en sus heces o orina es un método de entrenamiento obsoleto y poco efectivo. Más bien, puede generar ansiedad en tu mascota sin lograr el resultado deseado, ya que el perro difícilmente entenderá la razón de este acto. Es mejor optar por técnicas modernas y comprensivas de entrenamiento que promuevan un vínculo positivo entre tú y tu peludo amigo.

No dejarle correr sin correa
Aunque la seguridad es primordial, los perros también anhelan libertad para correr y explorar. Es crucial hallar un equilibrio. Darles tiempo para correr sin correa en espacios seguros les permite liberar energía y mantenerse activos. Es una oportunidad para que exploren y se diviertan. Así que, sí, dales la oportunidad de correr, jugar y disfrutar, ¡pero siempre asegurándote de su seguridad y bienestar!

Ordenar a tu perro que cese de ladrar
Exhortar a tu perro con voz alta para que deje de ladrar podría tener el efecto opuesto, ya que tu querido amigo peludo podría interpretarlo como una forma de jugar, lo que resulta en ladridos más intensos. Es fundamental optar por métodos de entrenamiento que fomenten la calma y la obediencia sin generar confusión o excitación adicional en tu mascota.

Ofrecerle comida de tu plato a tu perro
Darle a tu perro alimentos que no debería consumir no solo forma una mala costumbre, sino que también plantea un riesgo. Es fundamental mantener una dieta adecuada para su salud y evitar poner en peligro su bienestar por la tentación de compartir lo que estamos comiendo. Un cuidado responsable de su alimentación contribuirá a mantenerlo feliz y en óptimas condiciones.

Sobrealimentar a tu perro
Recurrir a la comida para expresar cariño hacia tu perro puede traer consecuencias no deseadas. Existen otras formas de mostrar afecto a tu mascota sin que aumente de peso. Es importante equilibrar la alimentación y proporcionar las porciones adecuadas, así como brindarle atención, jugar y crear momentos especiales juntos. Estas acciones fortalecerán tu vínculo y garantizarán la salud y el bienestar de tu peludo compañero.

Atribuir a tu perro la masticación de tu zapato como venganza
Esta acción generalmente señala ansiedad por separación y no está relacionada con deseos de venganza. Es esencial comprender que los perros actúan por ansiedad o aburrimiento, no por motivos de represalia. Abordar las causas subyacentes y brindar estímulos adecuados y entrenamiento ayudará a mitigar este comportamiento y fortalecerá la relación entre tú y tu mascota.

Darle golosinas de forma constante
El exceso de premios puede condicionar a tu perro a responder únicamente a la comida, desvalorizando otros estímulos. Es esencial equilibrar la recompensa con elogios y cariño, para fomentar un comportamiento positivo basado en una conexión emocional genuina. Al limitar el uso de golosinas y complementarlo con muestras de afecto, lograrás que tu perro responda tanto a las recompensas alimenticias como a tu aprecio y aprobación.

Retrasar el castigo
No posponer la corrección ante conductas no deseadas es fundamental. Los perros solo asocian el castigo con una acción específica si se aplica de inmediato. Expresar enojo después de que han mostrado un comportamiento no deseado solo les generará confusión. Actuar prontamente para corregir su conducta es clave para que comprendan claramente la relación entre su acción y la consecuencia, fomentando así un aprendizaje efectivo.