
Suecia fue el primer país en alertar al mundo del desastre
La mañana del 28 de abril, cuando se detectaron niveles anormales de radiación en Chernóbil, los científicos suecos se dieron cuenta de que algo había pasado y avisaron a sus colegas europeos. Sin embargo, la Unión Soviética tardó dos días en reconocer el accidente y ocultarlo al resto del mundo

La lluvia nuclear llegó hasta Irlanda
La nube cargada de material radiactivo se expandió por todo el planeta y afectó a países como Francia, Alemania, Polonia o Ucrania. Incluso llegó hasta Irlanda, donde se registraron niveles bajos pero significativos.

El desastre de Chernóbil es el único accidente nuclear nivel 7
La escala INES (International Nuclear Event Scale) mide la gravedad de los accidentes nucleares según su potencial dañino para las personas y el medio ambiente. Va desde el nivel 0 (sin riesgo) hasta el nivel 7 (catástrofe total). El accidente de Chernóbil fue calificado como nivel 7.

Liberó 100 veces más radiación que las bombas de Hiroshima y Nagasaki
Las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre Japón durante la Segunda Guerra Mundial tenían una potencia equivalente a unas 15 kilotones cada una. El reactor número 4 liberó unos 400 kilotones de energía, lo que equivale a unas mil veces más radiación.

Actualmente hay cinco millones de personas viviendo en áreas contaminadas
A pesar del riesgo para la salud, muchas personas siguen viviendo cerca o dentro del área afectada por la radiación. Se estima que unos cinco millones viven dentro del radio cero kilómetro (RZK), donde no hay riesgo inmediato pero sí a largo plazo.

Todavía queda mucho material radiactivo dentro del reactor
Todavía queda mucho material radiactivo dentro del reactor. Aunque se han logrado contener las llamas y evitar una segunda explosión más grave, todavía quedan unos 200 toneladas de material radiactivo dentro del reactor número 4. Se espera que tarde unos cien años más en descontaminar completamente la zona.

Murieron unas 25 mil personas por causas relacionadas con el accidente
La mayoría fueron trabajadores o residentes cercanos al reactor, pero también hubo víctimas indirectas como los médicos o los bomberos que intentaron ayudarlos o evacuarlos. Además, unas siete mil personas sufrieron enfermedades como leucemia o cáncer debido a la exposición a la radiación.

El 20% de las muertes fueron suicidios
El accidente no solo provocó problemas físicos sino también psicológicos y sociales para muchas personas. Algunas sufrieron depresión, ansiedad o estrés postraumático por haber vivido una situación tan terrible e incierta. Otras optaron por quitarse la vida como una forma de escapar o castigarse.

Muchas embarazadas tuvieron que abortar
Muchos médicos recomendaron a las mujeres embarazadas que abortaran sus hijos para evitar posibles malformaciones o mutaciones genéticas causadas por la radiación. Se calcula que unas cuatro mil mujeres tuvieron un aborto espontáneo entre los meses siguientes al accidente.

El primero en usar un sarcófago de hormigón y acero
El accidente de Chernóbil fue el primero en usar un sarcófago de hormigón y acero para contener el material radiactivo. Unos meses después de que el reactor 4 estallara en llamas, se construyó una estructura de hormigón y acero para sellar la entrada del reactor y evitar que la radiación se esparciera. Esta estructura se llamó sarcófago y fue la primera de su tipo en el mundo.

Inspiración para libros, películas y series
El desastre de Chernóbil ha inspirado una serie de libros, películas y documentales. Este gravísimo accidente nuclear generó una gran repercusión mediática y cultural, y muchas obras se basaron en él para crear historias ficticias o reales. Algunos ejemplos son la novela La noche más oscura (1986) de Aleksandr Solzhenitsyn, la película La isla del doctor Moreau (1996) de Luc Besson o el documental Chernobyl: The Final Report (2019) de HBO.

Ejemplo para otros desastres nucleares posteriores
A pesar del horror que causó Chernóbil, también sirvió como una lección para mejorar la seguridad y la prevención de otros accidentes nucleares que ocurrieron después, como los de Fukushima (2011), Three Mile Island (1979) o Kyshtym (1957). Estos desastres también tuvieron consecuencias graves para las personas y el medio ambiente.