Ingiere electrolitos y prioriza el descanso temprano
Los electrolitos son clave para mantener el cuerpo hidratado y en óptimas condiciones. Estos minerales cargados eléctricamente trabajan en armonía con los fluidos corporales, favoreciendo el funcionamiento del sistema nervioso, incluyendo el cerebro. Además, considera acostarte 15 minutos antes cada semana durante un par de semanas. En verano, con días más largos, es natural que nos acostemos más tarde, pero ajusta tu horario de sueño para aprovechar la luz diurna y despertar más fresco y revitalizado.
Colócate junto a la ventana y controla la temperatura
Ubícate donde la luz natural y el aire fresco te mantengan alerta durante el día. En ocasiones, es tentador subir la calefacción cuando la temperatura baja, pero un exceso de calor puede afectar tu concentración. Al acercarse la noche, una habitación más fresca fomenta un sueño reparador y profundo. Aprovecha la luz natural y la temperatura adecuada para equilibrar tu energía durante el día y tu descanso durante la noche.
Estírate y disfruta de una ducha fresca
Así como los gatos se estiran al despertar para mejorar la circulación, nosotros también lo necesitamos. Un buen estiramiento durante el día alivia la rigidez y nos hace sentir más ágiles. Estudios indican que la exposición al frío incrementa los niveles de dopamina, esencial para motivación y bienestar. Sumérgete en una piscina fría, disfruta de un baño helado o una ducha fresca para un impulso energético que revitalizará tu día.
Aprovecha los aceites esenciales
Descubre el poder revitalizante de los aceites esenciales. La menta y el romero son opciones ideales para mejorar tu estado de ánimo y mantenerte alerta durante el día. Aplica unas gotas en tu muñeca o difunde el aroma en tu espacio de trabajo, especialmente si tienes la libertad de trabajar desde casa o si no afecta a tus compañeros. Una inyección de energía natural para potenciar tu jornada.
Échate una siesta breve y da un paseo
Un corto descanso revitalizante brinda a tu cerebro el respiro que necesita, brindándote un impulso de energía. Asegúrate de que no exceda los 20 minutos. En otoño, sal a dar un paseo al aire libre para fortalecer tu sistema inmunológico y recargar energías. Además de disfrutar de la belleza de esta estación, el aire fresco te ayudará a revitalizarte y renovar tus fuerzas.
Comer alimentos frescos
Los alimentos frescos proporcionan vitalidad y nutrientes esenciales. Evita los alimentos procesados ricos en azúcar y carbohidratos, ya que pueden ocasionar fatiga en los días invernales. Durante el invierno, las sopas repletas de verduras nutritivas son una excelente opción para mantener una dieta saludable.
Disfruta de un bocado energético
Mantén a tu alcance un tentempié lleno de energía para esos momentos en que sientas que tus niveles de vitalidad disminuyen. Opta por alimentos ricos en grasas saludables y proteínas, ya que su liberación gradual te brindará un estímulo constante sin caídas bruscas de energía. Un recurso rápido y efectivo para mantener tu día en marcha con energía y en plena forma.
Deja el alcohol a un lado
Al ser absorbido por el estómago e intestino delgado, el alcohol afecta la producción de ATP, la fuente de energía para tus músculos. En otoño, opta por preservar tu energía y alejarte de la botella.
Incorpora un suplemento de magnesio en tu rutina y combínalo con actividad física
El magnesio es esencial para el adecuado funcionamiento del sistema nervioso y todas las células de tu cuerpo requieren este mineral para operar eficientemente. Su rol principal radica en la conversión de alimentos en energía. Practica ejercicio al mediodía para evitar la fatiga de la tarde y regresar a tu puesto de trabajo con suficiente motivación y energía para continuar con tus tareas.
Aprovecha un toque de cafeína
No es necesario exagerar, una pequeña cantidad puede marcar la diferencia. Si el café resulta demasiado intenso para tu gusto, considera probar el matcha.
Prioriza la hidratación
Mantente bien hidratado a lo largo del día con agua. Si te sientes fatigado, comienza por beber uno o dos vasos de agua, ya que a menudo la deshidratación puede ser la causa de la falta de energía.
Aprovecha la iluminación
Encender las luces te mantendrá alerta en cualquier momento del día. Durante el otoño, es fácil pasar por alto la disminución de la luz a medida que avanza el día, lo que puede generar somnolencia. Asegúrate de mantener un ambiente bien iluminado para combatir la sensación de letargo.