Alcohol
El consumo excesivo de alcohol puede dañar el hígado, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y contribuir al aumento de peso
Bebidas energéticas
Estas bebidas contienen altos niveles de cafeína, azúcar y otros estimulantes. Su consumo excesivo puede afectar la salud cardiovascular y el sistema nervioso
Cereales
Iniciar el día con un gran tazón de cereales puede no ser la mejor opción para tu salud metabólica. Los cereales para el desayuno y otros productos con harinas procesadas tienen un alto índice glucémico, lo que puede provocar fluctuaciones bruscas en los niveles de azúcar en la sangre. Estas fluctuaciones constantes pueden contribuir a trastornos metabólicos, obesidad y resistencia a la insulina a lo largo del tiempo.
Edulcorantes artificiales
Optar por edulcorantes artificiales como la sacarina puede parecer una elección baja en calorías, pero su impacto en las hormonas es algo a considerar.
Embutidos y carnes procesadas
Salchichas, jamón, tocino y otros embutidos contienen altos niveles de sodio y grasas saturadas. Además, la OMS los ha clasificado como cancerígenos
Aceite vegetal
Los aceites vegetales refinados, comunes en la fritura repetitiva y restaurantes, pueden causar estrés oxidativo hepático debido al calentamiento repetido. Comparados con grasas naturales como la mantequilla y el aceite de oliva, son menos deseables. Opta por grasas naturales de origen vegetal y animal para una mejor salud.
Café en exceso
El café puede ser beneficioso en cantidades moderadas, pero el exceso puede causar nerviosismo, insomnio y problemas digestivos
Comida rápida y frituras
Hamburguesas, papas fritas y otros alimentos fritos son ricos en grasas saturadas y trans. Estos pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y obesidad
Carne o pescado crudos
Consumir carne cruda o poco cocida (como sushi o hamburguesas poco hechas) puede ser peligroso debido al riesgo de bacterias. Esto es especialmente importante para personas inmunodeprimidas o con cáncer
Zumos
Aunque creas que el jugo de frutas 100% es saludable, puede elevar el azúcar en la sangre y perder uno de los mayores beneficios de la fruta: la fibra.