Después de días de intensos rumores acerca de los planes de Tamara Falcó para adelgazar cerca de 10 kilos antes de su boda con Íñigo Onieva el próximo 8 de julio, y de que la propia marquesa de Griñón haya estallado por los comentarios sobre su peso -que considera indignantes al estar en su ’’normopeso’’- parece que ya se encuentra aislada en la clínica Buchinger de Marbella.
Al parecer, habría sido este martes cuando ingresó en el prestigioso centro, en el que permanecerá aproximadamente quince días, en los que el fin último no es bajar algunos kilos -que también por la dieta hipocalórica y los ayunos terapéuticos en los que tan solo ingerirá caldos vegetales e infusiones- sino relajarse, hacer un tratamiento detox, desconectar de todo y renovarse completamente por dentro y por fuera antes de su enlace.
Un ’retiro’ para lucir perfecta en el día más feliz de su vida que no está al alcance de todos los bolsillos -puesto que costaría alrededor de 30.000 euros- y en el que además de una estricta dieta con la que bajará de peso, también podrá practicar diferentes deportes y actividades con el fin de relajarse y cargar pilas para afrontar la recta final previa a su ’sí quiero’.
Y es que Tamara todavía tiene pendientes varios compromisos publicitarios y también varios viajes a Nueva York para probarse su vestido de novia en Carolina Herrera, por lo que se prevé que abandone la clínica Buchinger a mediados de junio, con tiempo suficiente para cerrar los flecos pendientes sobre su boda, que se celebrará el 8 de julio.
Uno de ellos lo habría solventado antes de aislarse en la clínica Buchinger: hablar con el padre Cruz, cura que oficiará su enlace, para concretar los detalles de la ceremonia. Tal y como han captado en exclusiva las cámaras de Europa Press la del sacerdote es la última visita que ha recibido Tamara en el piso que comparte en el centro de Madrid con Íñigo antes de poner rumbo a Marbella.
El cura abandonaba el lugar con una gran sonrisa y asegurando que la pareja está ’’fenomenal’’ a poco más de un mes de su gran día. ’’Sí, gracias’’ ha confirmado cuando le hemos preguntado si están preparando ya la boda, evitando adelantar ningún detalle de cómo será la ceremonia.
Sin embargo, y con una sonona carcajada, el padre Cruz sí ha negado que el ’sí quiero’ de la marquesa esté gafado: ’’¡Qué va! Todo es bendición’’.
Respecto a cómo llevan los preparativos, el sacerdote, amigo de la familia Preylser, ha desvelado que la pareja ’’ya ha hecho todos los cursos que tenían que hacer’’ para contraer matrimonio, confesando que les ve ’’muy enamorados’’ y está convencido de que estarán juntos ’’para siempre’’. ¡Dale al play y no te pierdas sus declaraciones!
Fuente: (EUROPA PRESS)