Son pocas las ocasiones en las que Isabel Preysler apuesta por colores llamativos. Acostumbrados a verla con estilismos sencillos y elegantes, de tonos neutros, este sábado sorprendía en la boda de Lucía Domínguez Vega-Penichet y Álvaro Gomis con un vestido que llamó la atención por su color. Haciendo frente a la polémica que rodea a su hija, la ’Reina de corazones’ quiso ser la protagonista y eclipsar las malas noticias que azotan a su familia.
Quien la conoce sabe que es una mujer que controla todo: los tiempos, las miradas, los flashes, las sonrisas, la vestimenta… por eso, sorprendió que luciera un vestido con el que no solo mostró una vez más la elegancia que la caracteriza, sino que fue la reina de todas las miradas.
Tras una semana hablando de la polémica del vestido de novia de su hija, Isabel llegaba a la Iglesia de Santa Bárbara luciendo un estilismo rompedor: un vestido largo con estampado floral en el que predominaba el color amarillo, con abertura lateral y mangas con puño que combinó con unas sandalias con taconazo y un chal en color rosa.
Una elección triunfante y primaveral con el que nuevamente la Socialité causó furor. Se trata de uno de los estilismos más atrevidos de Isabel, ya que se salía de lo que estamos habituados a ver, pero con el que conquistó a todos los invitados.
Por su parte, su hija Tamara Falcó optó por alfo mucho más discreto. Incluso algunos dicen que ese vestido da muchas claves de lo que podría lucir el día de su ’Sí, quiero’ con Íñigo Onieva. Su diseño pertenece a la temporada Primavera/Verano 2023 de TFP, de Pedro del Hierro con escote barco y en ’V’ en la espalda, caracterizado por su estampado floral en tonos claros.
Fuente: (EUROPA PRESS)