Tamara Falcó ha vivido en las últimas horas una auténtica montaña rusa de emociones. Este martes por la mañana la marquesa de Griñón se enteraba por los medios de comunicación -eso asegura- de que la firma encargada de confeccionar su vestido de novia, ’Sophie et Voilà’, rescindía el acuerdo alegando incumplimiento de contrato por parte de la socialité y dejando entrever que la hija de Isabel Preysler les habría pedido que plagiasen un diseño de otra firma de alta costura. Algo a lo que las diseñadoras de la marca bilbaína se habrían negado por ’’ética profesional’’.
Una impactante noticia a la que Tamara no tardaba en reaccionar, ’’negando categóricamente’’ a la revista ¡Hola! que pidiese a Sofía Arribas y Saioa Goitia que copiasen su vestido de novia. ’’Un proceso creativo bebe de muchas fuentes de inspiración y lo que les trasladé fueron mis inspiraciones sin intención de que copiaran un diseño’’ ha explicado, disgustada porque a 54 días de su boda con Íñigo Onieva tiene que ’’empezar de cero’’ al haberse quedado ’’compuesta y sin vestido’’.
Pero como ha asegurado su prometido, no hay mal que por bien no venga. ’’La divina providencia’’ ha querido que ’Sophie et Voilà’ no sea la firma que la vista en su gran día, pero ofertas no le faltan y, como revelaba horas después la propia Tamara, ha recibido propuestas de 28 firmas de moda que harían su vestido de novia encantadas. Y ya está estudiándolas mano a mano con su estilista y con su íntimo amigo Juan Avellaneda para decidir, lo antes posible, quién diseñará su look nupcial.
A pesar del duro varapalo que supuesto en un principio descubrir que se había quedado sin vestido a menos de dos meses de su boda, la marquesa de Griñón no ha perdido la sonrisa y ha decidido seguir adelante con sus planes previstos antes del sorprendente comunicado de ’Sophie et Voilà’.
Y qué mejor que olvidarse de este mal trago que ha enturbiado los preparativos del que promete ser el día más feliz de su vida -aunque muchos insisten en que está gafado- que disfrutar de uno de sus artistas favoritos, Hans Zimmer, acompañada por Íñigo.
Después de varias horas disfrutando de las canciones más conocidas del famoso compositor de bandas sonoras en el Wizink Center, Tamara regresaba a su piso en el centro de Madrid con su prometido y luciendo la mejor de sus sonrisas.
En las que son sus primeras imágenes tras quedarse sin vestido de novia, la marquesa de Griñón se ha mostrado parca en palabras y ha evitado revelar cómo se encuentra o si piensa denuncir a ’Sophie et Voilà’ por romper su acuerdo y acusarla de incumplimiento de contrato.
Ideal con vaqueros, blazer blanca, top negro con escote lágrima y las cómodas sandalias que se han convertido en sus mejores compañeras desde que se hizo un esguince en ’El Hormiguero’ hace dos semanas, la hermana de Ana Boyer se ha mostrado tranquila y animada, dejando claro que ni siquiera este importante contratiempo va a empañar su felicidad.
Quien sí se ha pronunciado sobre la polémica del vestido de novia ha sido Íñigo que no ha dudado en salir en defensa de Tamara asegurando que ’’ella no quería copiar nada. Son inspiraciones que se mandan en cualquier proceso de diseño y cuando tú haces algo, haces un moodboard, por eso nadie quiere copiar nada’’.
’’Es una tía importante y con exigencias’’ ha dicho de su prometida, lanzando un dardo a ’Sophie et Voilà’ al sentencias que ’’hay marcas que pueden llegar a las exigencias y otras que no’’.
Fuente: (EUROPA PRESS)