Este domingo, una semana después de anunciar su ruptura con Dani Alvés a través de una desgarradora carta de su puño y letra en sus redes sociales, Joana Sanz volvía a la prisión de Brians 2 para ver a su todavía marido.
Muy seria y afectada tras un par de horas en el interior, la modelo abandonaba la cárcel sin revelar el motivo de este visita, que un día después destapaba el periodista Carlos Quilez. Según el tertuliano de ’Cuatro al día’ la canaria se habría reunido con Alves para intentar llegar a un acuerdo económico de cara a su divorcio, puesto que ambos tienen propiedades -viviendas, locales y naves industriales- y dinero en común y ninguno estaría dispuesto a renunciar a nada.
Una información que Joana no tardaba en desmentir en conversación con una reportera de ’El programa de Ana Rosa’, asegurando que el brasileño y ella no tienen ’’absolutamente nada’’ que hablar de dinero porque se casaron en separación de bienes y no tienen nada en común.
Además, la modelo dejaba claro que siempre que pueda seguirá yendo a visitar a la cárcel a Dani para saber cómo se encuentra, ya que como confiesa le ha perdido como pareja pero no como persona.
Unas declaraciones sobre las que le hemos preguntado a Joana a su salida de su mansión en Barcelona para hacer unas gestiones. Molesta por la presencia de cámaras, y preocupada porque se publique la dirección de su casa, la modelo se ha cerrado en banda completamente a aclarar los motivos reales de su visita a prisión a Alves y se ha limitado a expresar su incredulidad porque se le pregunte por este tema -del que hora antes ella hablaba con una periodista- a las puertas de su residencia: ’’Mira, lo siento, pero esta es mi casa. O sea, por favor. Esto no sé ni siquiera si es legal porque sale la puerta de mi casa. Lo que quiero es que me dejen. Ciao’’.
Fuente: (EUROPA PRESS)