Un domingo más Joana Sanz ha acudido a la cárcel de Brians II donde permanece preso su todavía marido, Dani Alves. Tras haber comunicado públicamente que han decidido poner punto y final a su matrimonio, la modelo se ha mostrado especialmente tranquila durante esta visita en la que suponemos han aprovechado para zanjar todo lo relacionado con su separación. Con el rostro muy serio y sin mediar palabra con la prensa, Joana caminaba con paso firma desde la prisión hasta el coche que le esperaba a pocos metros de la puerta.
Haciendo oídos sordos a todo lo que se está hablando sobre su separación y sobre todo a los comentarios que su familia política está vertiendo sobre ella, Joana prefiere utilizar sus redes sociales para trasmitir en primera persona cómo está viviendo este complicado proceso de separación. ’’Desde pequeña escribo mis sentimientos para expresarme, supongo que por ser hija única. Sea por lo que sea me hace bien’’, escribía Sanz en las primeras líneas de la carta que compartió por Instagram y por la que recibió todo el apoyo de sus seguidores.’’Han sido meses horribles, no los más duros de mi vida, porque he enfrentado muchas tormentas, pero sí que muy oscuros y dolorosos’’ continuaba. ’’Elegí como compañero de vida a una persona que, ante mis ojos, era perfecta. Siempre estuvo cuando más le necesitaba, siempre me apoyó en todo, siempre me impulsó a crecer, siempre cariñoso, atento… Me cuesta tanto aceptar que esa persona pudiera romperme a mí en mil pedazos’’, explicaba la modelo en una carta escrita de su puño y letra. ’’Lo amo y lo amaré siempre, quien diga que el amor se olvida, se está autoengañando o no amó de verdad. Pero me amo, me respeto y me valoro mucho a mí misma’’ sentenciaba entonces Joana dejando claro cuál era el camino que iba a seguir tras lo sucedido.
Fuente: (EUROPA PRESS)