Hace casi un mes de la entrada de Mario Vargas Llosa en la prestigiosa Academia Francesa y, desde entonces, y después de que su entorno cercano confirmase su reconciliación con Patricia Llosa, no hemos vuelto a verle con su mujer (¿o deberíamos decir exmujer?).
Algo que cambiará de manera inminente, ya que este sábado 4 de marzo se casa en Lima (Perú) su nieta Josefina, hija de Gonzalo Vargas Llosa y de Josefina Said – de la que se separó en 2007 – con el joven ingeniero mexicano Emilio Camarena.
Una boda que esperan con gran ilusión y a la que asistirá la familia al completo, por lo que veremos de nuevo juntos a Mario y a Patricia, que desde que el escritor rompió con Isabel Preysler han intentado mantener las distancias. A pesar de que han comido juntos en Madrid en varias ocasiones, y de que la peruana acompañó a su exmarido a París para arroparle en su nombramiento como ’Inmortal’, han entrado y salido de los sitios por separado, siempre acompañados por alguno de sus tres hijos.
Sin embargo, la boda de su nieta Josefina, con la que ambos tienen una relación muy especial, podría ser la ocasión perfecta para posar juntos y confirmar, en primera persona, su comentadísima reconciliación.
Mientras Patricia ha viajado a Lima con su hija Morgana, Vargas Llosa lo ha hecho con su hijo Gonzalo, con el que este miércoles le veíamos abandonar su domicilio en el centro de Madrid cargado de maletas y con ropa cómoda para afrontar el largo vuelo: ’’Me voy al Perú’’ ha explicado con una sonrisa el Premio Nobel, evitando dar detalles sobre la celebración que volverá a reunir a toda su familia.
Muy discreto, Mario tampoco se ha pronunciado sobre sus supuestas declaraciones asegurando que se ha sentido ’’liberado’’ tras su ruptura con Isabel Preysler, dejando en el aire si es cierto que con la socialité se sentía ’’preso’’ y ahora está más tranquilo.
Fuente: (EUROPA PRESS)