Desde que anunciaron su separación hace dos años, Fabiola Martínez y Bertín Osborne se han convertido en el perfecto ejemplo de que dos personas pueden quererse y mantener una maravillosa relación aunque su historia de amor no haya funcionado. Sin embargo, eso podría cambiar tras las declaraciones del artista en el programa que Paz Padilla presenta en Mediaset, ‘Déjate querer’, asegurando que nunca ha estado enamorado.
Una confesión que pillaba completamente por sorpresa a la modelo venezolana que, devastada y conteniendo las lágrimas a duras penas, respondía a su exmarido en ‘Y ahora Sonsoles’: «Después de tantos años juntos, viviendo muchas cosas, como el nacimiento de nuestros hijos, producto del amor, que ahora diga que nunca ha estado enamorado, me sorprendió muchísimo». «Lo que más me costó en la separación, fue entender que no me quería. Pero que lo diga, teniendo dos hijos, me duele mucho. No lo reconozco» ha reconocido Fabiola, dolida como nunca la hemos visto con Bertín.
Consciente del revuelo que han desatado sus palabras, el cantante entonaba el ‘mea culpa’ en sus redes sociales, publicando un vídeo aclarando que su concepto del amor quizás no es el que tiene todo el mundo: «Llevo desde pequeño intentando averiguar qué es estar enamorado, como estamos hablando de sensaciones, de sentimientos, eso no se puede medir, no es como el contador de la luz».
Lo que sí ha querido dejar claro es que sus sentimientos por Fabiola – con la que compartió dos décadas de su vida – van más allá del amor: «Me casé con ella no porque estuviera enamorado, es que estaba fundido. No podía vivir ni plantearme mi vida sin ella». «Y no me equivoqué, porque me ha demostrado que ha sido la mejor pareja, mujer, madre y una persona integra y fundamental en mi vida» añadía.
Y tras estas declaraciones, Bertín y Fabiola se han visto las caras por primera vez en la casa que la modelo posee en el centro de la capital, a la que el presentador ha ido a recoger a su hijo Carlos para pasar el día con él.
Muy serio, con gorra y gafas de sol, el cantante entraba directamente en su coche, conducido por su chófer, sin pronunciarse sobre la polémica que se ha creado tras confesar que nunca se ha enamorado.
20 minutos después – un breve encuentro con Fabiola – Bertín abandonaba el lugar conduciendo su vehículo y con su hijo menor en el sitio del copiloto. Visiblemente molesto, ha mirado a las cámaras desafiante, sin pararse ni aclarar si ha limado asperezas con su exmujer.
Fuente: (EUROPA PRESS)