Volcada en los preparativos de su boda, Tamara Falcó ha viajado este miércoles a Bilbao para visitar, por primera vez, el taller de ‘Sophie et Voilà’, firma que la vestirá en el día más feliz de su vida. Una cita muy especial en la que ha estado acompañada por su íntimo amigo Juan Avellaneda – que como confirmó hace semanas, la ayudará en la difícil tarea de elegir su vestido (o vestidos) de novia – y en la que, después de ver las numerosas opciones y propuestas de la marca, habría perfilado, a grandes rasgos, cómo será el diseño con el que le dé el ‘sí quiero’ a Íñigo Onieva.
Un momento único en la vida de toda futura novia en el que, como manda la tradición, su prometido no ha estado presente, aunque sí muy cerca; y es que aprovechando que la marquesa de Griñón tenía que desplazarse a Bilbao para comenzar con el proceso creativo de su vestido, el ingeniero decidió que viajaría con ella y aprovecharía la ocasión para celebrar, en uno de los mejores restaurantes de nuestro país, el cumpleaños de su madre, acabando así con los rumores de mala relación entre Tamara y Carolina Molas.
¿El lugar elegido? El tres estrellas Michelín ‘Azurmendi’, del chef Eneko Atxa, en el que la socialité ha disfrutado de una comida de lo más especial con su futura suegra, con la que se sigue llevando a las mil maravillas. Así lo ha dejado claro Íñigo en sus redes sociales, compartiendo una imagen en la que las dos mujeres de su vida posan de lo más sonrientes junto al dueño del restaurante.
«Happy birthday mum» ha añadido, revelando que no se trataba de una comida cualquiera sino de una nueva celebración de cumpleaños de Carolina en la que, ahora sí, ha estado presente Tamara, que en su última aparición pública durante el desfile de Pedro del Hierro en la MBFW Madrid confesó que su relación con la familia de Íñigo seguía siendo buenísima.
Fuente: (EUROPA PRESS)