Kiko Rivera cumple este jueves 9 de febrero 39 años. Un día especial que no ha comenzado de la mejor manera posible para el hijo de Isabel Pantoja, que esta madrugada tenía que acudir a urgencias de un hospital sevillano tras sufrir un cólico nefrítico.
Un problema de salud que él mismo contaba esta mañana a primera hora a sus seguidores, quitándole hierro al confesar que, aunque «duele tela, telita, tela», ya se encontraba algo mejor y esperaba poder soplar las velas y tomar un trozo de tarta con Irene Rosales y sus hijas, Ana y Carlota.
Visiblemente más recuperado, Kiko ha salido a desayunar con un amigo a un restaurante cercano a su domicilio y, con una gran sonrisa aunque gesto fastidiado por las molestias que siente por el cólico nefrítico sufrido horas antes, ha agradecido las felicitaciones de la prensa y ha revelado cómo ha dado la bienvenida a los 39: «Jodido. No veas como duele eso tío, duele, duele».
Por eso, el único deseo que pedirá cuando sople las velas es «cumplir muchos años más y salud, mucha salud, que me hace falta porque estoy hecho polvo. Prefiero salud que dinero». Respecto a la celebración de su cumpleaños, el dj afirma que va a hacer «poca cosa» y «en familia», desmintiendo así las informaciones que apuntaban a que celebraría una gran fiesta en su casa con amigos.
Entre las numerosas felicitaciones que ha recibido en un día tan especial, Kiko deja en el aire si está la de su madre, con la que ha reconocido que no tiene ningún contacto a pesar de que le encantaría acercar posturas y volver a abrazarla.
Quien no ha dudado en confirmar que no le ha felicitado es su hermana Isa Pantoja, de la que no quiere saber absolutamente nada. Después de ironizar con su boda con Asraf en otoño haciéndose el sorprendido como que no tenía ni idea – «Ah ¡enhorabuena! Que vaya muy bien» – ha dejado claro que no le importa no estar entre los invitados porque no piensa asistir: «No voy a ir. Ni falta que hace que me invite».
Fuente: (EUROPA PRESS)