Después de siete meses sin subirse a un escenario – su última actuación fue durante las fiestas del Orgullo Gay en Madrid en julio – Isabel Pantoja vuelve al trabajo. Será el próximo día 10 de febrero cuando arranque la gira por Estados Unidos de la tonadillera, con un concierto en Miami al que seguirán otros en Nueva York, Los Ángeles y Puerto Rico.
Para preparar su esperadísima reaparición con tiempo y aclimatarse a la diferencia horaria con América, la madre de Kiko Rivera ha hecho las maletas y este jueves, acompañada por su hermano y mano derecha Agustín Pantoja, ha abandonado Cantora para poner rumbo a Madrid, donde pasará un par de días antes de viajar a Estados Unidos para realizar los últimos ensayos antes de volver por todo lo alto con su gira ‘Enamórate’.
Y si en el aeropuerto de Jerez la artista – con un voluminoso plumífero en color marron, botas altas al tono y bufanda de cuadros – se ha dejado ver muy seria y ha ocultado su rostro bajo unas grandes gafas de sol y una mascarilla quirúrgica, a su llegada a Madrid directamente ha intentado evitar a las cámaras utilizando el servicio premium que ofrece Adolfo Suárez-Madrid Barajas.
Convencida de que no había ‘moros en la costa’ – y sin ver a las cámaras de Europa Press apostadas en el aeropuerto – y mientras su hermano Agustín organizaba las maletas, Isabel se fumó un cigarro traquilamente mientras mantenía una acalorada conversación telefónica, ajena al hecho de que estaba siendo grabada. Un momento en el que la artista se quitó la mascarilla, dejándonos ver por primera vez un rostro serio y parece que más demacrado que en su última aparición.
Una vez acabada su llamada, Pantoja ponía rumbo a un hotel madrileño al que la vimos llegar cabizbaja e ignorando las preguntas acerca de su gira por América y su posible acercamiento con Kiko, que ha confesado que echa mucho de menos un abrazo de su madre, con la que le gustaría retomar su relación.
Fuente: (EUROPA PRESS)