Inmersa en los preparativos de su boda con Íñigo Onieva, Tamara Falcó se ha convertido en noticia en las últimas horas por un rumor que nada tiene que ver con el ‘sí quiero’ que dará al hombre de su vida en apenas 5 meses. Y es que según el tiktoker Abel Planelles – el mismo que reveló que María Pombo estaba embarazada por segunda vez – la marquesa de Griñón estaría esperando su primer hijo a los 41 años.
Un bombazo que adelantaba el programa ‘Y ahora Sonsoles’ y que no tardaba en hacerse viral, con muchos cuestionando cómo la hija de Isabel Preysler, que siempre ha presumido de ser una buena cristiana y una creyente acérrima, se habría quedado embarazada antes de pasar por el altar.
La representante de Tamara no tardaba en acabar con el rumor de un plumazo, asegurando con rotundidad a la revista ‘Diez minutos’ que la socialité no está esperando su primer hijo. Un desmentido al que pronto se sumaba el propio Íñigo Onieva que, aunque poco dado a hablar con los medios de comunicación, sí ha atendido al portal ‘Informalia’ para dejar claro, con un escueto «no es verdad» que su prometida no está embarazada.
Por el momento, y a pesar de que nunca han ocultado su deseo de formar su propia familia, la pareja quiere ir «piano piano y pasito a pasito» – declaró el ingeniero hace tan solo unos días al ser preguntado por una posible paternidad -, están centrados en los preparativos de su boda y no se plantean la llegada de un bebé a sus vidas hasta que no sean marido y mujer; algo que sucederá el 17 de junio.
Lo que sí llegará antes de su anhelado ‘sí quiero’ será su convivencia, puesto que según diferentes medios de comunicación será en dos o tres semanas cuando Tamara e Íñigo vuelvan a compartir piso después de varias semanas a caballo entre el apartamento de soltero del empresario y la residencia de Isabel Preysler, donde la socialité se instaló tras su ruptura el pasado mes de septiembre.
Aunque se desconoce si será la marquesa la que se mudará a la casa de su prometido o si ambos harán las maletas para comenzar una nueva vida en el ático que Tamara adquirió 2020 en la urbanización Puerta de Hierro – de 186 metros cuadrados, 4 dormitorios y piscina privada – y cuya decoración y acondicionamiento está ultimando, lo que sí parece claro es que quieren pasar todo su tiempo libre juntos y no esperarán hasta su boda para volver a compartir techo.
Fuente: (EUROPA PRESS)