Ana María Aldón es una mujer nueva desde que firmó el divorcio de José Ortega Cano, hace poco más de diez días. Ilusionada y feliz con esta nueva etapa repleta de proyectos, la diseñadora pide paso en las páginas de la revista ¡Hola! enseñando por primera vez su nuevo hogar – el chalet de ‘El Casar’ (Guadalajara) que compró el pasado mes de noviembre – y echando la vista atrás para hablar, como nunca, de su ruptura con el torero.
A pesar de que hace tan solo unos días aseguraba en ‘Fiesta’ que nunca habla de su matrimonio con el padre de Gloria Camila, Ana María hace una ‘excepción’ y no duda en confesar, vía exclusiva, que después de un verano en el que lo pasó fatal y no podía quitarse de la cabeza la idea de suicidarse, las declaraciones de Ortega Cano en ‘El programa de ‘Ana Rosa’ – cuando le pidió a la desesperada una segunda oportunidad con el desafortunado comentario de «mi semen es de fuerza, ¡vamos a por la niña!» – fueron la puntilla a su relación.
«Me dio pena. No se trataba de hacerlo público sino de haberlo mucho antes y en privado, pero ya era tarde» asegura, revelando que la decisión de romper su matrimonio ya estaba «muy pensada y meditada».
Aunque ha pasado página, Ana María no duda en echarle en cara a Ortega Cano que solo viese el pasado y su amor por Rocío Jurado y no le diese su lugar y valorase y agradeciese que lo dejase todo – su negocio, a su hija adolescente, a su familia etc… – por él.
Además, insinúa que la familia del torero le decían lo que tenía que pensar y decir cuando es una mujer libre que puede opinar lo que quiera, y confiesa que uno de sus errores fue no hacerle ver a su marido que en su familia tenían que ser solo ellos y su hijo cuando no era así.
Unas declaraciones a las que Ortega Cano, impasible, prefiere hacer oídos sordos, evitando confirmar si cree que no le dio su sitio o qué le parece que Ana María le reproche que no le agradeciese y valorase todo lo que hizo por él.
Fuente: (EUROPA PRESS)