Después de meses volcado en los preparativos, José Ortega Cano ha inaugurado su propio museo taurino en la localidad madrileña que le vio crecer, San Sebastián de los Reyes. Un acto muy especial que ha tenido lugar este jueves y en el que el maestro estuvo arropado, como no podía ser de otra manera, por buena parte de su familia. Sus hijos Gloria Camila y José María, su hermana Mari Carmen, su cuñado Aniceto, Rocío Flores, Rosa Benito o Chayo Mohedano entre otros; y grandes amigos y figuras del torero como El Soro, Victoriano Valencia, Francisco Rivera o Juan José Padilla.
Sin embargo, hubo dos grandes ausencias que a nadie pillaron por sorpresa: la de Ana María Aldón, con la que Ortega mantiene una relación tensa desde su separación, y Rocío Carrasco, con la que no se habla desde hace años y a la que amenazó con demandar tras sus demoledoras revelaciones sobre su matrimonio con Rocío Jurado en la segunda entrega de su docuserie, ‘En el nombre de Rocío’.
Quizás por la euforia del momento, Ortega se ha mostrado de lo más conciliador con ambas y, de lo más sonriente, ha asegurado que las puertas de su museo están abiertas también para su exmujer y la mujer de Fidel Albiac: «Totalmente. Esto está abierto para todo el mundo».
Un museo en el que podremos encontrar numerosos recuerdos personales y enseres taurinos, pero en el que por el momento no habrá nada expuesto de Rocío Jurado, aunque no es algo que descarte. Y es que como ha revelado, son muchas y muy bonitas las cosas que guarda de las que fuese su mujer y, en un futuro, podrían exponerse en el espacio: «Creo que sí porque el contacto que tengo yo con la familia es muy bueno y ellos encantados. Su hija, su hermana, ellos lo decidirán. Si Rocío estuviera viva ahora mismo, y viera todo esto, le encantaría porque Rocío era muy torera, muy aficionada a las cosas del toro». «Y estaría aquí, claro» ha añadido, imaginando qué de seguir viva y haber podido ver su museo, le hubiese dicho «José, cuídalo todo muy bien».
Y, si finalmente decide dedicar una parte del espacio a Rocío Jurado, Ortega confiesa que hablaría antes con Rocío Carrasco, a pesar de los enfrentamientos públicos que han protagonizado en los últimos tiempos: «Sí, no tengo ningún problema de decirlo y hacerlo (hablar con ella)».
Unas declaraciones con las que rebaja el tono con la hija de ‘la más grande’ porque, según insisten en ‘Sálvame’, tiene miedo. Algo sobre lo que el maestro prefiere no pronunciarse, aunque su sonrisa parece indicar que nada hay de cierto en estas informaciones.
Soltero y sin compromiso tras su divorcio de Ana María Aldón, el torero no cierra las puertas a volverse a enamorar y, con un misterioso «nunca se sabe» deja en el aire qué tiene que tener una mujer para conquistarla.
Fuente: (EUROPA PRESS)