Han retomado relación con más fuerza que nunca y, enamoradísimos, afrontan la etapa más ilusionante de sus vidas. Tras su sorprendente reconciliación en Nochevieja, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han comenzado 2023 con una romántica escapada al Polo Norte, demostrando que su amor llega hasta el fin del mundo. Tras unos días en este paraíso nevado derrochando felicidad con paseos en trineo, románticas cenas, brindis y besazos a la luz de una hoguera, la pareja del momento ha regresado a Madrid y ahora toca retomar los preparativos de su boda y empezar a planear su nueva vida en común.
A finales de septiembre, tras su ruptura por una infidelidad del empresario, tanto la marquesa de Griñón como Íñigo abandonaban el piso del madrileño barrio de Las Salesas que habían compartido durante los dos años que duró su noviazgo. Tamara se instalaba en la casa de Isabel Preysler y su ex, después de varias semanas refugiado en el domicilio de un íntimo amigo, alquilaba un señorial apartamento de soltero en el centro de la capital.
Sin embargo, con su reconciliación también llegará su ansiada convivencia. Y el lugar en el que se instalarán en las próximas semanas no es otro que el impresionante ático que la diseñadora adquirió en 2020 y cuyos detalles ultima para mudarse con su flamante prometido.
Situada en una exclusiva urbanización de nueva construcción (The Collection) a pocos metros de la casa de Isabel Preysler en Puerta de Hierro – situada entre la Dehesa de la Villa y El Pardo -, la nueva vivienda de Tamara tiene 186 metros cuadrados distribuidos de la siguiente manera: 4 dormitorios, 3 baños, amplias y luminosas estancias gracias a sus enormes ventanales y dos terrazas, una de ellas con piscina privada.
Valorado en 1.5 millones de euros, el ático se encuentra en una urbanización de lujo que cuenta con zonas verdes, piscina, gimnasio, spa, gastroteca y zona infantil entre otros servicios; un entorno soñado para que la socialité e Íñigo formen su propia familia. Algo que, no ocultan, tienen intenciones de hacer muy pronto.
Con las obras de acondicionamiento terminadas, las paredes pintadas – en tonos neutros – y la alarma de seguridad instalada, lo único que queda para que Tamara y su novio se instalen en su nuevo nido de amor es amueblarlo. Un detalle vital en el que la marquesa está totalmente inmersa como desvela ‘El Español’, eligiendo minuciosamiente, y con el asesoramiento de la prestigiosa interiorista Beatriz Silveira, los muebles y elementos decorativos de su nuevo hogar. Un proceso que podría terminar en pocas semanas, ya que está deseando mudarse con Íñigo e inaugurar así esta nueva e ilusionante etapa en sus vidas.
Fuente: (EUROPA PRESS)