Tras su viaje de ensueño, toca comenzar de nuevo la rutina. Eso sí, con una sonrisa. Íñigo Onieva ha vuelto a sus compromisos laborales este jueves tras disfrutar de unos días con Tamara Falcó en Laponia, un descanso que ambos necesitaban después de reconciliarse y de estar unos meses separados tras la polémica que se originó con su ruptura sentimental.
Esta mañana hemos podido hablar con el empresario en varias ocasiones y, como de costumbre, ha dejado claro que no tiene nada qué decir al respecto… pero lo cierto es que después del testamento que publicó en el día de ayer en sus redes sociales, pregonando su amor por su chica, son muchas las preguntas que tenemos para él.
Iñigo ha vuelto a dejar claro que el amor puede con todo: «Así ha sido, ¿no?» y se muestra de lo más tímido a la hora de hablar de esa declaración de amor en su Instagram: «No tengo nada más qué decir. Creo que la carta de ayer decía todo». Y tanto. Sus palabras han provocado toda una revolución en el panorama nacional y lo único que se ha aclarado es que ambos vuelven a estar juntos y enamorados.
La incógnita ahora es cómo está su relación con Isabel Preysler, algo que también le hemos preguntado y opta por sonreír y afirmarnos que «todo bien». Y es que tal y como trascendió hace unos días, el empresario tendría pensado convocar una reunión con la Socialité y restos de familiares de Tamara para disculparse y dar la cara.
Minutos más tarde y después de hacer varias gestiones en el centro de Madrid, Íñigo ha sido visto entrando a toda prisa en casa de Isabel. El empresario acudía al domicilio de su futura suegra demostrando así que su relación con el círculo más cercano de Tamara es buena… pero lo que todavía se desconoce es si la ‘Reina de corazones’ está en Madrid y si ya se ha reunido con él.
Fuente: (EUROPA PRESS)