Desde que se confirmó – coincidiendo con el inicio de 2023 – la reconciliación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva tres meses después de su ruptura, el futuro más inmediato de la pareja se ha convertido en una especie de ‘cuestión de estado’. Y es que esta segunda oportunidad en su relación lo ha precipitado todo y, dispuestos a no perder más tiempo, la pareja va a por todas y, como desliza su entorno más cercano, su boda va a tener lugar antes de lo que pensamos.
Algo que ahora confirma la hija de Isabel Preysler en la revista Harper’s Bazaar con unas reveladoras palabras que dejan entrever que su enlace tendrá lugar en la fecha prevista antes de su ruptura por una infidelidad del empresario, el 17 de junio: «Allá que voy, allá que voy* Me veo pasando por el altar en 2023 y he estado pensando que solo tengo seis meses para el vestido de novia» ha confesado.
Unas declaraciones sobre las que le hemos preguntado a la madre de Íñigo, Carolina Molas, cuya ‘fría’ reacción nos ha dejado desconcertados. Mientras en septiembre la empresaria se mostró pletórica con el compromiso y no dudó en hablar ante las cámaras de su felicidad – «Estamos muy contentos. Ya lo sabíamos. Tamara es maravillosa, es mejor de lo que parece en televisión» aseguraba – ahora su actitud es muy diferente.
Seria pero con la educación que la caracteriza, Carolina ha admitido que «no tiene ni idea» de las declaraciones de la marquesa revelando que tiene seis meses para hacer su vestido de novia: «No he leído nada, yo no te puedo decir» ha añadido visiblemente incómoda, dejando claro que «no vamos a hablar nunca. Os doy los buenos días y nada más, porque no voy a responder a nada porque no tengo nada que decir». Unas palabras con las que ha dejado en el aire qué le parece que Íñigo se haya reconciliado con Tamara y si están felices por los renovados planes de boda.
Fuente: (EUROPA PRESS)