No están siendo días fáciles para Mario Vargas Llosa. El escritor, que al parecer nunca se sintió cómodo con la expectación que despierta cada una de las apariciones públicas de Isabel Preysler, se siente superado por la presión mediática que rodea su ruptura con la ‘reina de corazones’.
A pesar de que ha repetido por activa y por pasiva que no piensa hacer declaraciones sobre el fin de su relación con la socialité, los rumores no dejan de sucederse y se dice que el entorno de ambos estaría filtrando información a diferentes medios de comunicación para dejar en mal lugar al otro.
Por parte de Isabel, se insiste en que los ‘celos infundados’ fueron el motivo de la ruptura, y se han descrito al detalle diferentes discusiones de la pareja motivadas por el carácter posesivo y controlador del escritor. La última, la acaecida la noche del 30 de noviembre, cuando según ha contado Beatriz Cortázar, Vargas Llosa recriminó a la madre de Tamara Falcó que hubiese llegado tarde de una fiesta a la que asistió acompañada por su hija Ana Boyer. «Qué horas son estas! ¡Te estás tomando demasiadas libertades» le habría echado en cara el premio Nobel.
A la mañana siguiente, el premio Nobel abandonaba la casa de Isabel y se instalaba en su piso de soltero. Algo que provocaba que la socialité diese por terminada la relación con una carta manuscrita en la que informaba a su hasta entonces pareja que su residencia no era un hotel, que lo suyo se había acabado y que no volviese más.
Por parte de Mario, se insiste en que sus mundos eran radicalmente opuestos y mientras a la ‘reina de corazones’ solo le importaba el espectáculo, a él le movía la cultura, y un cúmulo de desencuentros y un desgaste en la relación provocaron su final.
Además, en los últimos días se ha especulado con que el escritor podría estar arrepentido de haber dejado a su mujer durante 50 años, Patricia Llosa, por Isabel, y podría haber tenido un acercamiento con ella en los últimos tiempos.
Coincidiendo con estos rumores, el hijo del Nobel, Álvaro Vargas Llosa, ha publicado unas imágenes en sus redes sociales del pasado mes de septiembre en las que se ve a sus padres de lo más cómplices durante una visita en familia a Perú que han desatado todas las especulaciones. ¿Se separaron Isabel y Mario meses antes de lo que pensamos? ¿Ya habían roto cuando el escritor se reencontró con su exmujer? ¿Hay posibilidades de que retome su matrimonio con la madre de sus hijos? Preguntas a las que Vargas Llosa no quiere dar respuesta, pero ante las que ha estallado completamente sobrepasado por la presión: «¡Por favor, por favor!» ha exclamado visiblemente agobiado al ver la cantidad de cámaras apostadas a las puertas de su casa en Madrid tras la publicación de sus imágenes presumiendo de buena sintonía con Patricia Llosa. Un asunto del que, como ha asegurado molesto, «no tengo ninguna declaración que hacer».
Fuente: (EUROPA PRESS)