Se cumple el primer aniversario de muerte de Jaime Ostos. Fue el 8 de enero de 2022 cuanto el torero, que se encontraba disfrutando de unas vacaciones en Colombia con su mujer Mari Ángeles Grajal y unos íntimos amigos, sufría un infarto que acababa fulminantemente con su vida a los 90 años.
Coincidiendo con esta fecha tan señalada, su familia ha organizado una misa funeral en su memoria en la Iglesia de la Victoria de su localidad natal, Écija, donde están enterradas sus cenizas. Un homenaje íntimo en el que hemos podido ver a su viuda y a tres de sus cuatro hijos, Jacobo – fruto de su relación con Mari Ángeles – que llegaba junto a Gisella – hija de Jaime y Aurora Díaz – y Gabriela, de su primer matrimonio con Consuelo Alcalá.
«Ayer hizo un año y estoy fatal. Estos días tan señalados, las primeras navidades solas sin él, pues han sido muy duras. Es muy duro y muy difícil de llevar, pero hay que acostumbrarse» ha confesado emocionada la doctora a su llegada a la misa acompañada por unos amigos. A su lado en todo momento, los hijos del torero, con los que mantiene muy buena relación: «Hemos hablado por teléfono y demás. Ellos saben que tienen mi apoyo y yo creo que tengo el de ellos también. El único que no ha podido venir es Jaime porque está fuera de España».
«Todos los días me acuerdo de él» ha confesado a su vez Jacobo, ocultando su tristeza bajo unas gafas de sol y acompañado por su hermana Gisella, que prefirió mantenerse en un discreto segundo plano pasando desapercibida a su llegada al funeral.
Con una sonrisa ha querido recordar al torero su hija mayor, Gabriela, acompañada por el jinete Antonio de la Puerta, único rostro conocido que se ha dejado ver en la misa homenaje al maestro de Écija: «Lo que más echo de menos es a él, a él y su apoyo» ha reconocido su primogénita.
Una ceremonia íntima con la que la familia de Jaime Ostos ha querido recordarlo con sus amigos más cercanos coincidiendo con el primer aniversario de muerte del torero.
Fuente: (EUROPA PRESS)