La relación entre Tamara Falcó y Esther Doña siempre ha sido un poco tensa y nunca fue ningún tipo de secreto. La viuda de Carlos Falcó fue durante un tiempo la madrastra de la marquesa de Griñón, y durante las últimas semanas ha intentado aconsejar a la hija de Isabel Preysler sobre sus relaciones.
Poco después de enterarse de que Tamara podría haber comenzado una relación con su amigo Hugo Arévalo, la modelo no dudó en lanzarle una advertencia: «Me recuerda a la historia mía con Santiago, porque éramos amigos y yo pensaba que eso era positivo, porque adelantas en la relación. Pero a mí no me ha funcionado, yo no lo recomiendo. Lo importante es que ella esté feliz e ilusionada… pero en mi caso, y por mi experiencia, los amigos, amigos».
A diferencia de este consejo, Esther Doña ha revelado al equipo de Europa Press Reportajes lo mucho que se alegraría, si por el contrario, la marquesa retomara su su relación con Íñigo Onieva: «Si ella está feliz, la verdad es que yo me alegraría mucho y Tamara siempre que ha estado con Iñigo, que se iba a casar con él, se le veía muy feliz y bien» .
La modelo ha celebrado su 45 cumpleaños en una fiesta rodeada de sus seres queridos, y a la salida ha confesado que desconoce si Tamara le ha felicitado: «La verdad que como he estado con el programa y con amigos no he tenido tiempo de estar mirando el teléfono».
Por el contrario, confirma que su ex prometido, el juez Pedraz, no le ha felicitado por su onomástica: «La verdad, que no, no, lo esperaba y tampoco lo he pensado». Esther está encantada con su nueva faceta televisiva, tanto que parece que los asuntos del corazón han pasado a un segundo plano para ella: «Espero que cupido no se acuerde de mí».
En cuanto al aparente paralelismo con su vida y la de Isabel Preysler, evita hacer comentarios sobre su ruptura con Mario Vargas Llosa, aunque subraya que no le da ningún consejo y comenta que «ha sido un año de muchas rupturas».
Fuente: (EUROPA PRESS)