El Rey Juan Carlos ha abandonado ya la casa de su amigo Pedro Campos después de cuatro días de visita en Sanxenxo con el objetivo de participar en las regatas que han tenido lugar este fin de semana y en las que no ha podido concursar debido a las condiciones meteorológicas.
El emérito ha salido montado en el asiento de copiloto, igual que se ha movilizado durante todos estos días, y su despedida ante los medios de comunicación ha sido muy fría. Y es que, tal y como se ha estado informando, el perfil que ha tenido durante toda esta semana ha sido muy bajo, para evitar levantar polémicas.
El marido de la Reina Sofía no ha querido bajar la ventanilla del coche para hacer algún comentario o mostrar una sonrisa ante las cámaras, ha preferido saludar con la mano a los allí presentes y así se ha marchado de la localidad de Pontevedra.
La mujer de Pedro, Cristina Franze, abandonaba también el domicilio minutos antes de lo que hiciera su marido junto al emérito y se limitaba a saludar a la prensa, pero en ningún caso hacer declaraciones. Recordemos que, a diferencia de este año, el amigo del emérito sí que apareció ante las cámaras.
Fuente: (EUROPA PRESS)
