Este viernes, el Rey Juan Carlos llegaba al Club Náutico de Sanxenxo para continuar con sus entrenamientos. Acompañado por su inseparable amigo, Pedro Campos, el emérito montaba en su embarcación y adentraba en la Ría de Pontevedra, pero sin embargo sufrió un imprevisto de última hora: las condiciones meteorológicas.
La fina pero persistente lluvia que ha comenzado a caer en Pontevedra obligaba al monarca a suspender sus entrenamientos, que han durado tan solo una hora. Resignado pero sin perder la sonrisa, Don Juan Carlos volvía a puerto sobre las 12.00 y, saludando a los presentes con un gesto y una sonrisa, abandonaba el Club Náutico en compañía de Pedro para regresar, minutos después, a la casa del armador de ’El Bribón’.
Este sábado, el emérito salía de casa de su amigo en un vehículo conducido por Pedro y ambos se dirigían hasta el puerto, pero lo cierto es que el viaje ha sido en balde. Don Juan Carlos no ha cubierto la primera jornada de regatas de la II Volvo Autesa Club, ya que su embarcación ha salido sin él y, tras esto, el emérito se ha marchado con su amigo de nuevo a casa.
Con un perfil mucho más bajo que el año pasado, con una menor exposición mediática y sin bromear con los medios de comunicación, esta segunda visita a España está siendo mucho más discreta que la del año pasado. La negativa de Zarzuela a que el emérito regresase de nuevo a España y las polémicas que le rodean le han obligado a tener esta actitud ante los medios.
Fuente: (EUROPA PRESS)